LISTADOS DE VERIFICACIÓN DE SEGURIDAD: Experiencia en UK.
Sobre el autor:
Montserrat Seoane
Unidad de hemodinámica
C. Hospitalario Universitario. Santiago de Compostela.
Actualmente, los Listados de Verificación de Seguridad Quirúrgica (LVSQ) están
prácticamente integrados en la rutina diaria de todos los quirófanos de nuestro
país. Tras años de implantación, sus excelentes resultados hacen incuestionable
su utilidad en este campo.
Sin embargo, en áreas distintas a la cirugía en las que también se
realizan procedimientos invasivos, la situación es completamente diferente.
Concretamente, en los laboratorios de hemodinámica su utilización a día
de hoy es bastante limitada, a pesar de que existe ya suficiente evidencia
científica que respalda su uso. El “Checklist de Seguridad” o “Listado de Verificación de Seguridad (LVS)”
adaptado a las salas de hemodinámica puede ser una herramienta muy útil para
conseguir que todo el personal se comunique de forma acertada y trabaje de
forma segura y como equipo.
Gracias a la
beca de la AEEC para la Estancia en Hospitales Europeos he podido observar en primera persona la aplicación
y los resultados del LVS en las salas de cardiología intervencionista del Saint
George´s Hospital (London) donde acumulan ya varios años de experiencia.
El Reino Unido fue uno de los primeros
países en implantar el Listado de Verificación de Seguridad Quirúrgica de la
OMS (LVSQ ), participando en el 2008 en su programa piloto junto con otros 7
países más. A tenor de los buenos resultados obtenidos, a principios
del siguiente año el NHS (Servicio
Nacional de Salud Británico) recomienda su implementación a otras áreas
hospitalarias donde se realizan procedimientos de gran especialización y
complejidad, como por ejemplo la cardiología intervencionista.
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A día de hoy su uso
es obligatorio en los laboratorios de cateterismo cardíaco del Reino Unido y su
cumplimiento supervisado por los organismos competentes.
EL LVS consiste en una serie de
comprobaciones básicas (verificaciones) que han de realizarse de forma conjunta
por todo el personal sanitario partícipe en un procedimiento con la finalidad
de garantizar un óptimo nivel de seguridad al paciente.
Para su puesta en práctica, la OMS ha
redactado el “Manual de Instrucciones para el Uso del Listado de Verificación
de Seguridad Quirúrgica” donde recomienda que una única persona sea la encargada de aplicar y rellenarlas las casillas del listado. Este “coordinador o
responsable del Listado de Verificación” que liderará su aplicación, puede ser
cualquier profesional sanitario que participe en el proceso aunque señala como
idóneo a la enfermera circulante.
Las distintas verificaciones se deben
llevar a cabo en tres momentos fundamentales de cualquier intervención: Periodo
previo a la administración de anestesia (ya sea general o local) -Entrada o
Sign In -, periodo tras la inducción y antes de la incisión/punción percutánea
-Pausa o Time Out- y fin del procedimiento, justo antes de la salida del
paciente de la sala -Salida o Sign Out-.
La
finalidad fundamental del LVS es que
cualquiera de los controles no se pase por alto en el ritmo, a veces
vertiginoso, de los preparativos para la intervención. Como barrera de
seguridad establece que no se podrá pasar a la siguiente fase si no se han
verificado todos los ítems de la anterior, bloqueando así la cadena de causas
que pueden conducir a un efecto adverso.
Desde mi punto de vista, las ventajas
que reporta la utilización del checklist de seguridad son múltiples. Las más
importantespor las implicaciones que conllevan son:
- Exige que todo el personal que va a participar en el procedimiento se REUNA y que cada miembro se presente por su nombre y función, estableciendo así una vía de comunicación. Este paso es crucial, pues la comunicación efectiva del equipo es un componente esencial de la seguridad.
Por lo tanto, JUNTA al
personal y lo UNIFICA, favoreciendo así el trabajo en equipo. Además,
secundariamente a esta medida, cada miembro queda perfectamente identificado,
no sólo por su nombre, sino también por su rol en el procedimiento, algo que
resulta muy útil de cara a momentos críticos en los que la urgencia genera
mucha confusión.
- Hace responsable a todo el equipo de la seguridad del paciente, y no sólo a los clínicos.
- Se identifica al paciente por su nombre y procedimiento a realizar, permitiendo que él mismo lo exprese si es posible, haciéndolo así partícipe del proceso.
- Se revisan los pasos críticos de la intervención verificando que estén disponibles las precauciones adecuadas garantizando así seguridad al paciente.
- Fomenta la continuidad de los cuidados. Una vez que finaliza la intervención y el paciente se traslada a otra unidad, refleja aquellos aspectos clave para el manejo y recuperación del paciente.
- Protege de cometer infracciones y de posibles demandas legales, quedando además constancia por escrito de nuestra intervención.
- Puede ser utilizado como una herramienta de control de calidad asistencial.
No obstante, existen serios obstáculos a
superar para conseguir una
implementación exitosa, destacando de entre ellos el rechazo que genera en el
propio personal. Las críticas más frecuentes lo califican como incordio o freno,
pues retrasa el inicio del procedimiento. Esta actitud negativa se traduce en
una deficiente cumplimentación del listado, con una clara tendencia a
realizarlo a trámite, es decir, tachar con cruces y acabar pronto, disminuyendo
así claramente su eficacia. Es por ello que la concienciación del personal
constituye un punto clave para conseguir
su implantación.
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Sin embargo, tras mi experiencia y a
través de las conversaciones mantenidas con
el personal del enfermería,
aunque es cierto que en un principio genera rechazo, éste suele
superarse con el tiempo. La mayoría del personal tras experimentar sus ventajas y comprobar
que realmente es una herramienta útil, terminan acogiéndolo y utilizándolo
correctamente.
Otros impedimentos a resaltar son: la
falta de respaldo actual de las propias instituciones y centros, la necesidad
de contextualización o adaptación del listado de verificación a la “realidad”
de los laboratorios de hemodinámica y
la necesidad de una adecuada formación previa e incluso tutelaje del personal
durante sus “primeros pasos”.
Actualmente los laboratorios de
hemodinámica son entornos de gran nivel de exigencia donde cada vez se realizan
intervenciones más invasivas y de mayor complejidad, aumentando así los riesgos
a los que se expone el paciente.
Como profesionales sanitarios somos
responsables de garantizar el mejor nivel de seguridad a nuestros pacientes,
por lo tanto, merece la pena reflexionar sobre la adopción de esta herramienta
como un recurso imprescindible dentro de
la sala de hemodinámica.
Lanzo el reto e invito a todos aquellos
que ya utilizan este recurso compartan su experiencia y opiniones en este blog
ya que , probablemente, todos tenemos mucho que aprender aún al respecto.
Vídeos sobre el CHECKLIST:
(Breve y conciso. En Inglés)
(Muy instructivo. Subtitulado)
Libros:
Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente. “La Investigación en Seguridad del Paciente.
Mayor conocimiento para una atención más segura.”
Libros:
Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente. “La Investigación en Seguridad del Paciente.
Mayor conocimiento para una atención más segura.”
Felicidades a la autora por el post y gracias por compartir tu experiencia.
ResponderEliminarSería necesario implantarlo en nuestras salas. Difícil reto si no es cambiando la mentalidad.
Pero si no se intenta no se logra.....
Totalmente de acuerdo Mónica, la seguridad del paciente ante todo. Enhorabuena y gracias por tu publicación Montserrat.
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